Hace unos años fuimos testigos de una boda preciosa en Carmona, Sevilla. El escenario: una finca repleta de naranjos. Los azahares habían comenzado a florecer y todo olía a esa flor. Para sorpresa de los invitados, al final del banquete todos recibieron un tarro de mermelada de naranja amarga. Un detalle precioso y un regalo diferente.
Desde entonces no hemos parado de ver en bodas y eventos a las mermeladas y confituras como recuerdo para los invitados. A nosotros nos parece una idea genial!
En esta imagen que ya os adelantábamos en "Los 7 + tops de Momentips #4" esta barra de mermeladas cumple otra función: la de decorar un sencillo rincón.
Fotos: isledo, pinterest, wedding bee, yum sugar,
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