Hace tiempo que llevamos dándole vueltas a recapitular bodas con historia: Bodas que nos hayan dejado huella por sus protagonistas, por sus estilismos, por su precio, por sus recónditos lugares, o por llevar sangre real. Bodas que merecen ser recordadas por cualquier motivo.
Si os gustan las bodas tanto como a nosotras pensaréis que se pueden escribir libros enteros acerca de "bodas con historia" o "para la historia" y no acabaríamos nunca:
Audrey Hepburn con su traje rosa de Givenchy y manoletinas; la Pamela de Bianca Jagger; el rocambolesco diseño de Diana de Gales, la siempre perfecta Grace Kelly; la boda más cara del mundo; por supuesto la boda de Elvis; la majestuosidad de La India en el enlace de Liz Hurley; la más reciente celebración de Kate Moss; el vestido también rosa de Jessica Biel; el look divino como ella de Jackie Kennedy; las ocho - sí, ocho - bodas de Elisabeth Taylor; las horteradas elevadas a infinita potencia de Pamela Anderson; nuestra admiradísima Sarah Jessica Parker de negro o con tocado de plumas, el sí, quiero de John Lennon a Yoko Ono...etc, etc, etc.
¡Imposible mencionarlas todas!
Pero nos queda mucho camino por delante así que le dedicaremos cada cierto tiempo, un post a una boda que haya creado tendencia o al menos, un recuerdo imborrable en nuestra memoria...
Y empezaremos por ella, por Sarah Jessica Parker en sus dos versiones: su boda fallida con Mr. Big y su boda en la vida real con Mathew Broderick de riguroso negro, dando también un repaso al maravilloso reportaje para Vogue que hizo vestida de novia a los 40. Y es que nos ha acompañado durante tantos años de nuestra vida que merecía ser la número 1 de nuestra nueva sección.
Muy pronto, en Momentips...
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