Cómo teñir los zapatos de novia...¡y renovar unos Jimmy Choo por menos de 4€!!

Parece mentira que hayan pasado casi cinco años desde que me casé. Fue más o menos en esta época, en mayo, cuando fui a buscar los perfectos zapatos de novia con mi madre por las calles de Madrid. La primera tienda a la que fui fue Jimmy Choo. Después vinieron Magrit, Manolo Blahnik - maravillosa tienda en Serrano -, Franjul, Jorge Larrañaga y otras muchas más. Finalmente, volví a Jimmy Choo y elegí los clásicos de la colección nupcial peep toe y abiertos por detrás. No me arrepiento de haberlo hecho, pero tampoco lo volvería a hacer. Y no porque los zapatos de Jimmy Choo no sean maravillosos, sino porque no los he vuelto a sacar de la caja...¡¡hasta hoy!!

No creáis que ha sido fácil tomar la decisión, pues jugártela a estropear esos zapatos da una pena horrible, pero más pena da dejar cubrirse de polvo unos zapatos de 500€. ¡Y quién sabe si nunca más pueda volver a comprarme unos Jimmy Choo! Así que he decidido teñirlos. De negro por dos razones: 1) es el color más fácil para que el tinte quede bien; 2) siempre hay que tener un buen taconazo negro en el armario.

¿Y si sale mal? Pues seguirán acumulando polvo como han hecho hasta ahora y pensaré si guardar este post o publicarlo para que no lo hagáis...Es importante decir que mis zapatos son de tela, no de piel, por lo que quizá no queden también como espero...

¡Allá vamos!

Lo primero que tenemos que hacer es limpiar bien bien los zapatos, con alcohol o acetona. Así conseguiremos que el tinte entre mejor. 

Luego debemos proteger la suela y la parte interior del zapato para que no se pinten (O podéis pintarla también. Otra cosa que debemos hacer es quitar las hebillas o adornos que lleve el zapato. En este caso basta con desabrocharla, ya que la parte de dentro es la goma y no se ve...

Ahora sí que empezamos. El tinte que he comprado es éste que veis en la foto, de la marca Pink Blue. Lo compré en un zapatero de Burgos, en la calle San Juan, así que supongo que lo podéis encontrar en cualquier zapatero. Viene con su propia esponja así que no os hace falta nada más. Actualización: Sí hace falta también un pincel suave, ya que hay lugares a los que la esponja no llega, como la ranura entre la plataforma y la tela del zapato

Comenzamos a frotar suavemente todo el zapato, ¡madre mía no he hecho nunca nada con tanto mimo!. Después con el pincel teñimos aquellas partes que han quedado en blanco (podéis verlo en la foto). Ah, y si no queréis teñiros de negro también las manos, es mejor usar guantes (de látex, para no perder la sensibilidad y hacerlo con cuidado)

El resultado no es perfecto, pero según he podido leer, hace falta darle otra capa para terminar...Voy a dejarlo secar toda la noche y mañana me meto de nuevo en faena...

Día 2: empezamos la segunda capa, ¡¡esto ya es otra cosa!! ¿Qué os parece? A mí me parece que ha sido todo un éxito, ¡¡unos súper zapatos nuevos por menos de 4€!! La parte interior tiene muchos fallos, pero al fin y al cabo no se ve...y la próxima vez saldrán mejor.

En cualquier caso, os recomiendo comprar unos zapatos que podáis poneros en más ocasiones, es una pena dejarlos morir así...¡Aunque luego revivan! Os doy algunas ideas para zapatos de novia diferentes aquí, para que os sirvan de inspiración.

Espero haberos ayudado...y os animo a que lo probéis!! ¡¡con los de novia o cualquier otros!!

Fotos: Momentips